Antes de comenzar un largo viaje por el desierto de Nevada junto con su esposo, Rachel Horn se propuso remodelar su remolque para trasladarse cómodamente sin tener que sacrificar su estilo y su elegancia. A pesar de que el espacio que tenía para plasmar su creatividad era reducido, la interiorista estadounidense —quien cuenta con despachos de diseño de interiores en Austin y San Miguel de Allende— transformó los escasos 17 metros cuadrados de su remolque en un oasis de tranquilidad, en donde puede disfrutar de la travesía como si nunca hubiera salido de casa.

Dentro de este Airstream 1696 se percibe la estética bohemia y sofisticada que caracteriza a Rachel. Desde el exterior se aprecia un acabado tipo espejo llamado Mirror Polish, mientras que en el interior conviven marcas como Vero, Noblis y Manuel Canovas, en los accesorios del baño y las telas de las cortinas. Además de contar con un cuarto, una sala pequeña, una cocina y un baño completo, esta casa sobre ruedas está equipada con un asador para disfrutar de las tardes en el exterior, con servicio de internet, calefacción, aire acondicionado y agua caliente.

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“Mi principal objetivo era crear un lugar práctico, y me encantó la idea de llevarlo todo con nosotros en este remolque. Es ideal tener un santuario para descansar después de los días de calor en medio del desierto”, aseguró Rachel. Tras haber sido equipado con el mobiliario y la decoración necesaria para disfrutar de unas vacaciones únicas, el Airstream (que se encuentra temporalmente estacionado en su jardín) se ha convertido en el refugio ideal para sus invitados, quienes confiesan preferir hospedarse ahí. En su interior viven la experiencia completa de un auténtico glamping. “Todos se quieren quedar en el remolque, el tamaño es ideal, es como una casita de huéspedes”, concluyó Rachel.

Fuente: AD México