Mientras Dubái se prepara para la Expo 2020, los anuncios de los pabellones nacionales muestran que está en marcha el resurgimiento de la sostenibilidad rudimentaria.
Austria
Clemens Russ, arquitecto del despacho vienés Querkraft, dirigió el diseño del pabellón austriaco para la Expo.
«Algo sobre la sostenibilidad que tenemos que discutir honestamente es no solo colocar celdas fotovoltaicas en un techo o producir electricidad, sino cómo usamos nuestros materiales de construcción», señaló.
«Me gustaría ver más prototipos urbanos que trabajen con las condiciones locales», explicó. «Al ignorar las condiciones locales como el sol, el viento, la arena, la nieve, la lluvia, la humedad, los edificios tienen que tener un desempeño extremadamente alto para lidiar con ellos. Esto incrementa absurdamente el costo de la construcción de infraestructura técnica, tales como el sistema de enfriamiento mecánico [y] las partes de ventilación».
El pabellón austriaco de la Expo 2020 tendrá un sistema de ventilación pasivo y natural, inspirado en un baryil, una torre de viento que data de hace 5,000 años, de acuerdo con Shatha Al Mulla, directora de la unidad de investigación y estudios del Departamento de Patrimonio Arquitectónico y Antigüedades del Ayuntamiento de Dubái.
Al Mulla dice que una torre de viento en Dubái suele tener dos caras abiertas en la punta y un panel divisorio en el interior que da hacia el viento. «Cuando el viento sopla sobre la torre, entra al edificio por dos lados», explicó. «Como el aire es más fresco que adentro, empuja el aire caliente [hacia arriba] a través de los otros dos lados». Eso puede hacer la diferencia entre los 30 grados que hay afuera y la sensación de 20 en el interior, agregó.
El pabellón austriaco se construirá en forma de conos de concreto intersecados, prefabricados y cortados a alturas diferentes. Russ explicó que los muros se cubrirán con seis centímetros de arcilla compactada con grandes propiedades de almacenamiento de calor y que los conos tendrán domos de ventilación en los vértices para que entre la luz.
Aprovechando el gran cambio de temperatura que se da entre el día y la noche en Dubái, se abrirán las entradas en la base y en los vértices por la noche, lo que permitirá que el aire frío fluya entre los conos y se libere el calor de los muros y el techo, en donde se almacenará energía fría. Durante el día, las entradas y los vértices se cerrarán para conservar la frescura. Los arquitectos creen que este sistema podría reducir el consumo de energía en un 72%.
«Tratamos de entablar un diálogo nuevo, pensar en las viejas estrategias de la gente que no podía usar el dinero o la energía sin ton ni son para enfriar sus espacios», explicó Russ. «Queríamos mostrar lo fácil que es usar el contexto local, como la cultura árabe de construcción, que es asombrosa».
España
El pabellón de España, diseño del despacho madrileño Amann-Canovas-Maruri , también adoptó un enfoque cónico: tiene 17 carpas sobre un amplio espacio de exposiciones abierto. «Estas carpas tendrán forma de chimenea solar», explicó el arquitecto Nicolás Maruri.
Las chimeneas solares usan el calor del sol en un costado de la estructura y dirigen el aire caliente hacia afuera a través de la parte superior de la edificación, al tiempo que permiten la entrada de aire fresco por la parte inferior; se trata de un método de ventilación que ha existido desde hace varios siglos.
«Lo primero que pensamos fue en la idea de reducir el consumo de energía sin usar mucha tecnología», agregó.
Partes del espacio de exposición quedarán hasta 4.5 metros bajo tierra para reducir la transmisión del calor; los arquitectos esperan usar algunos materiales y maderas reciclados.
Holanda
Michiel Raaphorst, socio fundador del despacho V8 Architects y parte del consorcio que diseñó el pabellón holandés, dice que «como las condiciones son tan extremas, tienes que recurrir a las técnicas tradicionales de ventilación natural y construir masa para la acumulación del calor».
El pabellón holandés pretende aprovechar el poder del sol para crear un biotopo: un entorno natural independiente.
Este pabellón llega en un momento en el que las empresas de Dubái están tratando de potenciar el suministro de alimentos cultivados en el emirato . Los arquitectos de V8 dicen que dentro del biotopo, usarán energía solar para condensar la humedad del aire y producir agua. Una columna gigantesca de hortalizas generará oxígeno, mientras que en el lado oscuro del cono, se cultivarán hongos que producirán dióxido de carbono para alimentar el huerto.
«Siempre se trata de hacer un sistema incluyente», dio el arquitecto, quien agregó que esperan alimentar a los visitantes con los productos del pabellón.
Unas partes considerables del pabellón se construirán con planchas de acero (material que se usa en excavaciones o para retener la tierra y que, de acuerdo con el arquitecto, abunda en Dubái). Cuando termine la Expo, simplemente las devolverán al proveedor. «Hallamos una nueva vida para cada componente», dijo.
«[El pabellón está] inspirado en Dubái, en las condiciones extremas, pero también en un movimiento muy actual», agregó Raaphorst. «Usamos demasiado de la tierra y deberíamos devolverle algo».